martes, junio 24, 2008

La violencia verbal

Si la inseguridad existe, claro es que se manifiesta ante todo en las palabras. Ellas lastiman, cada verbo y cada adjetivo desgarra la carne y hiere de muerte a las pobres sombras que evocan, vanas caricaturas que no resistirían la comparación con la realidad que pretenden representar. Entran por los oídos, y es difícil no oir: el problema no es que el uno no escucha al otro. Al contrario, se escuchan demasiado bien. Con semejantes barbaridades, ¿cómo no iban a querer destruirse?
Me preocupa mucho la violencia y el rencor que manifiesta nuestra sociedad: la fractura parece más insalvable que nunca. Hipócritas son las cantinelas que abogan por el diálogo. Y en esto nadie se salva; ninguna parte está excenta. Todos somos responsables del uso de las palabras: debemos cuidarlas y cuidarnos. No se puede decir cualquier cosa.