miércoles, marzo 26, 2008

De algunos y otros

No hay nada más fácil que hablar del pueblo. Predicar algo sobre este enigmático sujeto (o sustancia) se hace con tal ligereza y falta de caución que sería preferible que permaneciese ignoto. Lo cual no significa necesariamente hablar de desconocimiento, más bien de una cierta humildad para con el otro. Así, cómo hablamos del pueblo depende de cómo nos dirigimos al otro, lo que a su vez constituye una posición ética. Y en esto se debe ser absoluto. Porque ser ético no es el sufrir por inmutabilidad a la pasión o el sacrificio de la libertad para gozar de la ley; ser ético es un repliegue sobre el accionar, una escisión irreversible, es ser rápido: donde eso dije, ahora ya no estoy allí. ¿Estuve alguna vez allí? Sí, pero eso no es lo importante. Lo que importa es que, en ese movimiento, el otro nunca dejó de estar allí.

2 Comments:

Blogger Ble Pez said...

Si... era uno que terminó (espontaneamente) siendo dos. Encontraste el punto de inflexión? Eso me pasa siempre.
Estoy dormida y de repente me desperté, nunca pude ubicar ese punto de pasaje...


¿Agamben?
Si vas a los Seminarios de Kierkergaard te veré allá ^^

11:47 p. m.  
Blogger Ble Pez said...

si, Agamben también está en mi lista. Si, me refería a los seminarios de Fenomenológicos, a partir del 5 de mayo (creo) hay unos de kierkergaard q me interesan.

no entendí, a qué te referías con "me hizo ruido lo de ascendente/descendente" y sí, a veces la inspiración es redundante.
Son las consecuencias del Free Play (improvisación) :/

Salutes

3:31 a. m.  

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