sábado, mayo 06, 2006

El otro día, en la feria del libro, asistí accidentalmente a una mesa redonda mientras trataba de encontrar la muestra de Cortázar "El otro juego" para visitarla por tercera vez. La cuestión es que la "Sala Cortázar" era otra cosa. Entré con Ana cuando recién estaba iniciando; tema: "Populismo en América Latina".
La cuestión es que gracias a mi ingenuidad pensé que existía la leve posibilidad de que hubiera una discusión equilibrada (léase: diversidad de opiniones interesantes). Y todo iba bien: las críticas del primer orador, economista si mal no recuerdo, iban principalmente dirigidas al gobierno de Kirchner, y su política macroeconómica en el aspecto internacional, más especificamente. Los cuestionamientos eran verosímiles, temas como el dólar alto, excesivo centramiento y acumulación de poder, falta de una política coherente de reactivación industrial. Pero, lo que noté es que la cuestión de la pobreza, desnutrición infantil, falta de una política proactiva a favor de los sectores más necesitados, nada de eso se habló; a duras penas se mencionó algo. De ahí en adelante la cosa fue en picada: que las retenciones eran excesivas, que el pueblo argentino debería estarle agradecido al sector agrario, que Kirchner era excesivamente demagogo, etc. No sé, le pongo un fin abrupto al post: me asquea hasta criticar a los muchachos de la city, oligarcas y demás pestes.