sábado, febrero 18, 2006

La mediocridad tiene nombre: se llama periodismo mediático. Pido perdón a los verdaderos periodistas que se encuentran allá afuera, pero al igual que en cualquier disciplina, es lo común que la regla sea la chatura. El caso de los psicólogos, lo conozco por experiencia. Ahora...

Aprovechando que estaba de vacaciones con mi familia, descansado de las "mismas", eché un vistazo al noticiero que el 13 emite alrededor de las 9 am. En ese momento me pregunté, ¿por qué, habiendo tanto periodista inteligente en nuestro país, existen porquerías como esa bazofia de noticiero? Aún más, ¿por qué se da todo lo contrario, y esas porquerías se encuentran por doquier, constituyen la regla?

Repetitivo hasta el hartazgo, especulativo, ruidoso, agitado; sus palabras taladran los oídos, penetran hasta la corteza cerebral, y se internan. Y lo único que nos queda es un dolor de cabeza. El mareo, (¿la náusea?), a un mundo confuso, más confusión. Y existen dos clases de confusión ( y el infinituum que se ecuentra entre ambas), y esta es definitivamente la mala.

Tal y como dijo Nietzsche...