domingo, diciembre 04, 2005

El periodismo insulso

Es llamativa la nula existencia de periodismo inteligente en la televisión. Que haya que elegir entre Majul o Grondona un domingo a la noche, eso es deplorable. Porque, al menos, Grondona es firme con respecto a sus convicciones fachas, pero Majul es otro caso. Él es una prostituta del periodismo, lisa y llanamente, un operador político de la peor clase, un títere patético. Recuerdo cuando podíamos disfrutar de gente audaz y honesta, con programas como "Día D" o "Periodistas". Ellos no tenían miedo de expresar sus opiniones, sin importales lo que las directivas de sus canales dijeran (léase el dúo dinámico de "A dos voces").
Muchos dicen que la merma de programas se da por un desinterés de "la gente" por la política. Si bien es cierto que no estamos en diciembre del 2001, yo no sabía que la ideología se manejaba por temporadas. Digamos entonces de pasada y a lo bruto que en la Argentina de hoy, más que nunca, no se puede ver -y menos creer en- la televisión, y sí se puede leer los diarios, pero tan entre líneas que quizás no quede nada.
Se necesita una voz que hable en contra de todos los convencionalismos funcionales al poder, que lo denuncie, que denuncie a su periodismo adicto, a su corrupción, etc. Existe una gran cantidad de personas pensantes y dispuestas a cambiar muchas cosas, pero, muchas veces es bueno que unos pocos tomen la palabra por otros tantos que hoy se ven olvidados (entendiendo por olvidados no "los olvidados", los pobres, etc., sino los que fueron perdiendo su identidad política).