martes, noviembre 29, 2005

Esperando el 63

Cuando el colectivo no llega - digamos 15 minutos de retraso- sucede un fenómeno tan particular como repugnante. Toda esa amalgama que aguarda inquieta comienza a manifestar su enojo, pero lo raro es que, no teniendo en donde proyectarlo, lo vuelca sobre sus compañeros de espera. Así surge lo que yo llamo "la unión ante el mal común", similar a lo que sucede en situaciones catástrofe - aunque no tan claramente ni en el mismo grado- donde todo el mundo comparte un extraño malestar, que entre comentarios y quejas, se depliega en todo su esplendor. Creo que en algún grado este mal común tiene origen en la idea del desquite: "yo estaré enfadado, pero al menos otros la padecen igual que yo". Buscan esa confirmación. Es un goce de lo más perverso e individualista, pero humano, allzumenschliches.